Bio

María Andrea Anzorena nace en Allen, provincia de Río Negro (Argentina) el 26 de marzo de 1959.

A los 9 años viaja a Buenos Aires donde se radica junto a su familia.
A partir de ese momento, comienza a transitar por diversos talleres particulares de cerámica.

Al finalizar sus estudios secundarios, su amor por la arcilla la motiva a inscribirse en la Escuela Nacional de Cerámica N°1.

Luego de cursar durante tres años, se recibe de Técnica en Cerámica Artística. En ese momento, abre su propio taller de cerámica en el Pasaje Bollini 2145. Comienza a dictar clases y al mismo tiempo realiza trabajos por encargo, y logra la práctica de taller necesaria.
Simultáneamente continúa sus estudios en el Profesorado.

Es entonces que conoce otra de las artes del fuego que la seduce: esmaltado sobre metales.

En 1980 realiza un viaje de estudios a Europa, donde queda deslumbrada ante las manifestaciones artísticas que conoce. Recorre entonces Roma, Florencia, Paris, Madrid, Toledo,
Edimburgo, Londres y Zurich.

En 1982 termina sus estudios y se recibe de Profesora en Cerámica Artística y Experto en Esmaltado de Metales.
Comienza a realizar envíos de sus obras a salones y concursos y obtiene distinciones y premios.

A partir de 1993 ejerce su profesión artística en forma ininterrumpida. Conoce al maestro Antonio Pujía y en 1994 realiza un Seminario a la Cera Perdida en su taller. Allí aprende la técnica del modelado en cera, fundición, pátinas para metales. Unos meses más tarde, Pujía la convoca para integrar el “Taller del Centro”, donde se ejecutan bajo su dirección, diversos trabajos desde el modelado en cera, obras en arcilla con modelo vivo, carta pesta, etc.

Con Antonio Pujía continúa una maravillosa amistad y es él quien —observando sus condiciones— le insiste para que incursione en la talla de la piedra y la ayuda a transitar el nuevo camino hacia la escultura, vocación de la cual nunca más pudo desviarse. A partir de ese momento, comienza a realizar tallas en diversos mármoles: Carrara, griego, botticino, travertino, etc.

Aplica en sus obras las técnicas de pasado a punto con pantógrafo y compases, además de realizar la talla directa.

Luego de un intenso trabajo junto al maestro decide concurrir al taller de Escultura de la Asociación Estímulo de Bellas Artes, donde se sigue perfeccionando.

En adelante es convocada por galeristas para participar en exposiciones y ferias de arte, y sus obras logran gran aceptación, lo cual permite incluirlas en colecciones privadas.

Comienza a realizar envíos al Salón Nacional de Artes Visuales y en 2009 es aceptada una de sus esculturas. Ese mismo año realiza otro viaje de estudios a Perú, y visita las ciudades de Lima, Cuzco y Machu Pichu, donde se enriquece con su cultura.

Es recién en 2005 que logra instalar su taller nuevamente y lo hace en el Pasaje Lázaro Venialvo 3521 en el barrio de Boedo, donde se dedica a la enseñanza de escultura en sus diferentes manifestaciones: modelado, talla en piedra, etc., sin desatender la realización de su obra.

También incursiona en la talla en madera, material que tenía como asignatura pendiente. De allí surgen trabajos en castaño, fresno, palo santo, etc.

En 2012 vuelve a su ciudad natal, luego de 44 años, y realiza en la galería Maison Blanche una exposición de sus obras, la cual es declarada de interés municipal por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Allen.

En 2013 es invitada a exponer sus obras en México representando a la Argentina. El Museo de Arte Contemporáneo de Mérida-Yucatán (MACAY) recibe varias de sus obras en resina poliéster, mármoles y maderas que logran muy buena repercusión.

Hoy en día continúa con su lento y silencioso trabajo de taller, y exhibe continuamente sus obras en galerías de su país y el exterior.